jueves, 27 de marzo de 2008

ISLAS DE MALLORCA

Ricardo conquistó a Amanda en un matrimonio. Al año Ricardo fue cautivado por la pasión y su belleza; entonces se casaron. A los dos meses de la boda, ella le contó que en su oficina alguien andaba robando a la hora de almuerzo y luego de reiterados hurtos a diferentes personas, llamaron a Investigaciones que presionó a un auxiliar, hasta que confesó y lo despidieron.

Otro día Amanda mencionó a Ricardo que su compañera Gabriela había ido a un remate de joyas, adquiriendo un anillo de brillantes legítimo en una ganga. Semanas después ella apareció mostrándole una joya semejante, que la había rematado en una menudencia.
Con los años vinieron los hijos, en medio de las visitas a parientes los sábados en las casas respectivas, los cumpleaños de familiares, de amigos, reuniones sociales.

La suegra de Amanda comentó un día que le extrañaba haber perdido unas perlas finas con engastes de oro, pero no creía que fuera la nana porque llevaba tantos años con ellos. Un par de años más adelante, su cuñada comentó algo semejante con una medalla y cadena de oro, que también desapareció. Su nana era la sospechosa, como era la costumbre, pero siempre dijo saber nada.

Algunos años después de casados, Sergio Olivares, su amigo con quien se reunían todas las semanas, los invitó a un asado para celebrar su cumpleaños un viernes al atardecer, después del trabajo. Allí estaban sus padres, hermanas, maridos, Amanda y Ricardo. Como era Noviembre, todos quedaron sin chaquetas. La reunión fue muy simpática.

El Lunes en la mañana Ricardo recibió una llamada de Sergio, en la que le contaba la embarrada que había quedado en su casa. Que un maricón les había robado la plata a todos los asistentes. Si lo descubro, lo mato por degenerado.

Al colgar, Ricardo hizo un rápido recuento llegando a la conclusión que ya sabía quien era.
Esa noche llegó a su casa como de costumbre decidido a darle un corte definitivo a tal actitud.
Comieron, subieron y cuando estaba la luz apagada, entonces abordó el espinudo tema.
_Tú ¿tomaste algo que no era tuyo en casa de Sergio?
_¿Qué me quieres decir, porque no te entiendo?
_ Eso mismo. ¿Si tomaste cosas que no eran tuyas?
_ ¡Qué te has figurado para venir a decirme estupideces! ¿Me estás tratando de ladrona?
_ Exactamente es así y quiero que me lo cuentes, porque todos los que fuimos a casa de Sergio fueron robados, menos yo ¿No te parece extraño?
_¿Y que tengo yo que ver con lo que ocurrió en esa casa?
_Todo, porque es una secuencia; el robo de tu oficina donde fue preso el auxiliar, la compra del anillo del remate, a mi madre se le desaparecieron las perlas, a tu cuñada una medalla y cadena de oro y ahora esto. Además, como yo te doy mensualidades diferentes, tú siempre sabes llegar a fin de mes. ¿ Dónde sacas lo que te falta? Todo se me aclaró hoy.
_ No Ricardo, tú me estás culpando de hechos que yo jamás hice.
_ ¿ Me crees tonto? Confiesa que no tuviste asco en saquear las billeteras de todos nuestros amigos.
_ No, eso no es verdad y se largó a llorar en un mar de lágrimas negándolo todo.
_ Si no confiesas, te voy a delatar, porque no seré el marido cómplice de tus robos.
_ Yo no tengo nada que ver. Eres muy injusto conmigo, decía ella, con llanto desconsolado.
_ Mira, puedes decir lo que quieras, pero por donde tú pasas desaparecen las cosas.
Son nuestros amigos de tantos años. No respetas los parentescos, amistades y personas.
¿Qué tenía que ver ese pobre auxiliar? Conseguiste tu anillo y él fue preso.
_ Ya, no me molestes más, déjame tranquila. No soporto más esta situación. ¡Si, yo fui! ¡Yo fui! en medio de un llanto lastimero e histriónico. Después se produjo un silencio sepulcral.
_Amanda, la próxima vez que yo escuche que desaparece algo, te voy a delatar. Es la última vez. Yo no soporto estar casado con una ladrona. ¿Te queda bien claro?
_ No soy ladrona. Soy cleptómana y es una enfermedad. Yo no puedo controlarme.
_ Te estás justificando. Las cárceles estás llenas de ladrones y cleptómanos. Sólo son malas costumbres.
_ ¿Quieres que perdamos a todos los amigos y parientes por tu culpa? Yo soy honorable.

Los hijos fueron creciendo y Amanda, entre sus afanes, al año siguiente, creyó era el momento de buscar nuevamente un trabajo como secretaria ejecutiva.
Entonces ingresó a trabajar en la gerencia en una importante empresa constructora.

Al ingresar sus hijos a la universidad, ella se retiró voluntariamente cuando más dinero necesitaban.
Seis meses después ingresó en condiciones semejantes a otra empresa. Al cabo de tres años ella presentó su renuncia, porque sus horarios eran prolongados y no recibía horas extras.

Amanda siempre se retiraba voluntariamente. Se aburría de estar largo tiempo en un mismo trabajo.
Sus hijos egresaron todos de diferentes universidades y se integraron al mundo laboral.

Después de largo tiempo, Ricardo, fue despedido por el gerente de la empresa donde trabajaba, por ser funcionario antiguo, caro y quizás, menos eficiente que los más jóvenes.
Desde entonces comenzaron sus penurias. Buscar trabajo teniendo cerca de 60 años era imposible.
Tuvo depresiones, ansiedades y ganas de morir.
Amanda llegó dos meses después diciendo que había renunciado a su trabajo y que tenía planeado que ambos se instalaran por cuenta propia en España.
_ ¿Qué vamos a hacer en España? No conocemos a nadie y no tenemos dinero para viajar.
_ Yo te estoy invitando a que nos vayamos los dos solos a vivir a Mallorca.
_ ¿Quién financia toda esta locura?
_ Yo la financio, Ricardo. He ahorrado muchísimo dinero toda mi vida y ahora voy a hacer por fin lo que nos conviene: radicarnos juntos en Mallorca, vender y exportar las famosas perlas cultivadas.
_ Tú me has acompañado toda la vida. Nuestros hijos ya son independientes ¿me acompañarías a vivir en esa isla de la fantasia?
_ No me digas Amanda que es con el dinero que hablamos una vez, cuando comenzábamos.
_ Si. Es del mismo dinero que ahora nos va a salvar la vida, que nos permitirá recorrer Europa..
_ Pero Amanda, tú eres la mujer más previsora del mundo. Pensar que algún día me molesté contigo por eso y el tiempo me ha dicho lo contrario. ¡Te adoro, mi viejita linda!

WIRIYO
29-09-2007

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