CHARLAS DE AMANECIDA

El Mono venía llegando a su casa, contento y con unos tragos de más. Entró a su dormitorio haciendo poco ruido por la avanzada hora y procedió a colocarse el pijama.

_ ¿Cómo estuvo la comida, Mono?
_¡Fantástico loco, fantástico! ¡Puchas que me reí con todas las leseras que hablamos! ¡No creo haberlo pasado mejor en todo el año!
_ Que bueno que lo pasaste bien.
_ ¿Verdad, que te alegrái que haya disfrutado tanto, flaco?
_ ¡Como amigo, me alegro de veras que hayas disfrutado! Te lo merecías.
_ Mañana debieras escribir un cuento sobre la conversación que tenemos en este instante.
_ ¡Claro, porque jamás habíamos hablado de nada! Sería un cuento distinto.
_¿Y que van a decir tus parientes, amigos y conocidos cuando lo lean?
_ Van a pensar que estoy enloqueciendo. Me van a reclamar, porque nadie quiere tener a un pariente loco. ¡Tú sabís como son de peladores!
_ ¿Es necesario que les digas de todo cuanto hablamos?
_ No pus. Tenís razón, flaco. Esa parte no la cuento porque me van a descuerar, pero sólo voy a decir que hablamos. Hablamos como todos los amigos, sin ninguna conclusión que valga la pena.
_ Te propongo que durmamos porque son más de las cuatro.
_ ¿Que... andai con mucho sueño?
_ Se me cierran los ojos. Hagamos tuto mejor, para que me vaya con el copete que me anda dando vuelta.
_ ¡No seay así! No le contís a nadie del grupo lo que hablamos, te van a echar.
_ Cállate desvelado, déjame dormir. Shsss...
_ Bueno, que durmai bien. Chao viejito.
_ Oye, nunca habías hablado como si fuésemos dos.
_ Claro, es primera vez que converso conmigo mismo en voz alta. No es tan difícil como parece. La primera es la más difícil, luego pasái hablando solo todo el día. Después... ¿quién te para?
Ya pus, cállate... que viene el etílico a buscarme para dormir.
_¿Ronquemos?
_¡Ronquemos!


WIRIYO
9.10.2005